Sobrepeso, ¿comes poco y no adelgazas?
El sobrepeso y la obesidad son dos condiciones crecientes en la actualidad. Aproximadamente el 30% de la población padece sobrepeso, mientras que alrededor del 16% sufre de obesidad.
El sobrepeso es una enfermedad causada por una desregulación de la homeostasis energética, que fomenta la acumulación de adiposidad, lo que a su vez resulta en el desarrollo o exacerbación de patologías asociadas al sobrepeso como el colesterol elevado, dislipemias, diabetes tipo 2, resistencia a la insulina o hígado graso con lipotoxicidad.
El tratamiento del sobrepeso se basa en una modificación del estilo de vida: seguimiento de una alimentación que promueva la oxidación de grasa a través del déficit calórico, la realización de actividad física de forma continuada en el tiempo, el manejo del estrés, el descanso y evitar hábitos tóxicos.En algunos casos a lo largo del tratamiento el organismo del paciente alcanza la llamada "fase de meseta" en la que a pesar de estar siguiendo una pauta hipocalórica, este deja de perder peso. Esto es debido a que el metabolismo del ser humano tiene la capacidad de adaptarse para "gastar menos", ralentizándose, y haciendo que a pesar de comer poco, subas de peso al mínimo "exceso".
Esto es una capacidad que desarolló en épocas de guerra y posterior hambruna para guardar el tejido graso que le permita sobrevivir. Ahora vivimos en la era de la sobrealimentación, ya que el acceso a la comida es más sencillo que nunca y los ultraprocesados tienen un precio muy económico, y estamos viendo las consecuencias de este "avance industrial".
El manejo adecuado de los pacientes con estas patologías proporciona múltiples beneficios metabólicos más allá de la pérdida de peso.